Desde pequeña, después mis primeras películas, comencé a crear una banda sonora para mi vida. Estoy segura de que no soy la única en haberlo hecho y hacerlo aún hoy. Es algo muy simple, estás triste y suena una canción en la radio que parece describir todo por lo que estás pasando, suena Rock duro y te imaginas en una pelea de Artes marciales o una persecución policial. Yo, desde mi adolescencia, relaciono «The first cut is the deepest» de Rod Stewart con un coche con olor a viejo que hace tiempo que mi padre cambió, una ventanilla empañada por el frío exterior y las lluvias de invierno, una mano dibujando sobre el cristal, y la sensación de pena y nostalgia que me embargo en aquella travesía en la que por fin acepté que mi primer amor no era correspondido. Tal vez vosotros no tengáis recuerdos tan dramáticos asociados a canciones, pero estoy segura de que hay varias a las que recurría en ciertos momentos, que os llevan devuelta a ciertas épocas u os acompañan en momentos difíciles. Si queréis, podéis compartir vuestras propias anécdotas en los comentarios de abajo. Estaré encantada de leerlas.
El caso es que todos tenemos bandas sonoras para nuestras vidas, aunque a menudo aparezcan de forma subliminal. Ya sea en un anuncio, cuando la escuchamos en la radio, el teléfono o el MP3/IPod, ya sea en el metro, en un concierto, en un bar, o simplemente cuando comenzamos a cantar en la ducha o mientras cocinamos. A menudo ni nos damos cuenta de cómo una canción puede predisponernos o influenciar nuestro estado de ánimo. Y sin embargo, lo hace.
Del mismo modo, en el cine, la música de fondo tiene un efecto increíble en el espectador.
Por eso mismo he querido aquí enumerar algunos grandes éxitos de la música en el cine. Espero que este tema os interese tanto como a mí.
Una pequeña advertencia: No voy a mencionar aquí musicales (que ya de por sí dependen de sus canciones), ni voy a hacer un listado de bandas sonoras ganadoras o nominadas a los Óscar. Tampoco hablaré de canciones de Disney, por mucho que me entusiasmen Phil Collins, Elton John o ver a un crustáceo con acento jamaicano cantando al son de unas sardinas. Me dedicaré únicamente a mencionar títulos y autores que para mí han marcado un momento determinado en las películas.
Por una parte, hay directores que a través de sus películas rescatan canciones olvidadas y las llevan nuevamente a la fama. Este sería el caso, por ejemplo, de Quentin Tarantino que compone las bandas sonoras de sus películas con canciones geniales de poco renombre. Su caso más famoso es «Pulp Fiction» una gran película con una banda sonora excepcional: «You Never Can Tell, Son of a Preacher Man o Miserlou» son algunas de sus grandes canciones. Pero recopilar éxitos no es una cualidad de un único director: películas como Trainspotting, Easy Rider o Los amos de Dogtown de temáticas poco populares se han convertido en cine de culto debido a su controversia y a sus estupendas bandas sonoras.
El caso es que todos tenemos bandas sonoras para nuestras vidas, aunque a menudo aparezcan de forma subliminal. Ya sea en un anuncio, cuando la escuchamos en la radio, el teléfono o el MP3/IPod, ya sea en el metro, en un concierto, en un bar, o simplemente cuando comenzamos a cantar en la ducha o mientras cocinamos. A menudo ni nos damos cuenta de cómo una canción puede predisponernos o influenciar nuestro estado de ánimo. Y sin embargo, lo hace.
Del mismo modo, en el cine, la música de fondo tiene un efecto increíble en el espectador.
Por eso mismo he querido aquí enumerar algunos grandes éxitos de la música en el cine. Espero que este tema os interese tanto como a mí.
Una pequeña advertencia: No voy a mencionar aquí musicales (que ya de por sí dependen de sus canciones), ni voy a hacer un listado de bandas sonoras ganadoras o nominadas a los Óscar. Tampoco hablaré de canciones de Disney, por mucho que me entusiasmen Phil Collins, Elton John o ver a un crustáceo con acento jamaicano cantando al son de unas sardinas. Me dedicaré únicamente a mencionar títulos y autores que para mí han marcado un momento determinado en las películas.
Por una parte, hay directores que a través de sus películas rescatan canciones olvidadas y las llevan nuevamente a la fama. Este sería el caso, por ejemplo, de Quentin Tarantino que compone las bandas sonoras de sus películas con canciones geniales de poco renombre. Su caso más famoso es «Pulp Fiction» una gran película con una banda sonora excepcional: «You Never Can Tell, Son of a Preacher Man o Miserlou» son algunas de sus grandes canciones. Pero recopilar éxitos no es una cualidad de un único director: películas como Trainspotting, Easy Rider o Los amos de Dogtown de temáticas poco populares se han convertido en cine de culto debido a su controversia y a sus estupendas bandas sonoras.