Detalles del Libro
Autora: Laura Gallego García
Editorial: SM
Páginas: 243
Año: 2002
Precio: Tapa blanda 9.20 € - Tapa dura: 15.50
Edición: Tapa blanda sin solapas – Tapa dura
Sinopsis
Walid es un príncipe árabe que desea ser un gran poeta, pero, durante tres años consecutivos, es derrotado en un concurso de poesía por Hammad, un humilde tejedor de alfombras, pobre y analfabeto.
Envidioso, Walid lo nombra historiador real y le impone una serie de tareas imposibles, como ordenar el enorme y caótico archivo de palacio o tejer una alfombra que contenga toda la historia de la humanidad. Pero… ¿qué ocurriría si Hammad lograse tejer esa alfombra?
Reseña:
Esta obra, como tantas otras de su misma clase, está considerada literatura juvenil. Incluso la he encontrada recomendada para un público de entre 10 y 14 años. Yo, sin embargo, la leí con 16 años, y no creo que me hubiese gustado tanto de haberlo hecho con diez.
Laura Gallego García nos sumerge en un mundo de fantasía sacado de las mil y una noches, lleno de sucesos terribles, magia y sabiduría. Es una historia cautivadora con más de una moraleja, que yo recomiendo tanto a niños como a adultos.
El verdadero bandolero es aquel cuyo rostro resplandece como la llama que ilumina a quien alza una brasa.
Lo mejor:
Recuerdo lo increíble que me pareció esta historia cuando la terminé. Al principio no me convencía, pero cuando se acabó solo quise que siguiera y siguiera y nunca tuviese fin. Por entonces yo estaba mucho más fascinada con cosas como Crepúsculo (sí, yo también pasé por esa fatídica etapa) y un libro semejante no me llamaba la atención.
No obstante, la forma en la que estaba narrado el libro, como sacada de un cuento antiguo de tierras lejanas y misteriosas, me impactó. Y es que el lenguaje en el libro es realmente bueno, aunque precisamente por eso pueda hacerse nos un tanto lento al principio, termina absorbiéndonos en ese mundo mágico.
También recuerdo cómo me cautivaron los distintos personajes que iban apareciendo a lo largo de la obra. Odié a Walid en un principio, por ser un príncipe y más tarde un rey vengativo, engreído y sin escrúpulos. Creo que incluso lloré por Hammad y su familia. Y luego, dentro de esas emociones, todo comenzó a tergiversarse y yo misma cambié de opinión y seguí paso a paso el proceso de Walid hacia la redención. Después de todo, Walid no es más que un adolescente en el cuerpo de un hombre que tiene todavía que madurar... y que no va a tenerlo nada fácil. Pues todo acto tiene sus consecuencias. Y Walid cometió faltas demasiado graves en el inicio de la aventura.
Pero no voy a desvelar demasiado de la historia. Prefiero que vosotros mismos la descubráis a medida que vayáis leyendo, si al final os decidís a darle una oportunidad.
Lo que, sin lugar a dudas, me cautivo por completo, fue el final. Si bien predecible, y aunque no deseaba que el libro llegase a su fin, me parecieron las palabras justas en el momento exacto. Y eso, puedo decir por mi experiencia personal como autora, es algo muy difícil de lograr.
Lo peor:
El comienzo, como tantas otras veces, no me acabó de convencer. Y es que un libro realmente bueno debe de ser capaz de enamorarnos desde la primera página. Pero claro, ese es un objetivo prácticamente imposible. Tampoco me gustó el giro de emociones que me hizo sentir la historia. Si bien eso fue lo que luego me terminó enamorando, reconozco que llegué a un punto en el que estaba tan irritada que casi tenía ganas de dejar el libro de lado y no volverlo a abrir jamás. Sin embargo, cuanto más pienso en ello, menos me parece esto una característica negativa, y más una positiva. Pues significa que me afectó mucho más de lo que suelen hacer la mayoría de libros que llegan a mis manos.
La herida que provoca la lengua es como la que la mano provoca.
ufff se ve interesantisimo. me encantan los libros de corte asi de mitologia. saludos
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