Un siglo atrás un meteorito aniquila un bosque habitado por elfos y seres elementales. Los pocos que sobreviven se ven forzados a convivir de nuevo con humanos. Poco después, una cacería se desata sobre ellos y los obliga a escapar. Lo hacen en lo único que puede ocultarlos: un circo. Detrás del fantástico espectáculo con el que recorren el mundo, se esconden a la espera de que el tiempo y la naturaleza reconstruyan su hogar. Ariadna pasa sus primeros años en el circo, pero cuando su padre se marcha sin dejar rastro, su madre decide abandonar esa vida para siempre. Ahora, once años después, el circo regresa por ella. Su abuelo, el viejo maestro de ceremonias, le pide que lo acompañe durante el verano escolar. Sabe que es el único lugar donde su nieta podrá esconder una parte de su vida que aún no conoce. Sin la ilusión y emoción de niña, regresará para saber qué fue de su padre. En esa búsqueda, dejará de ser una simple espectadora y comprenderá lo que realmente es el circo... y también ella.
Hace unas semanas, cuando los exámenes cercanos todavía no me asfixiaban, recibí un correo de J.J. Tapia Méndez preguntándome si estaría interesada en reseñar su libro. Yo acepté encantada. Llevaba más de un año sin reseñar un libro por petición de alguien. Además, que he estado mucho tiempo ausente en el blog y quiero revivirlo. Así que, dije que sí, sin pensármelo. Entonces me llegó el libro.
Si soy sincera, "Circo" y yo no tuvimos un gran primer encuentro. El título no me llamaba especialmente. Tal vez, porque apenas me acuerdo de la última vez que fui a un circo, cuando tenía 5 o 6 años, y siento una gran aversión a los payasos desde pequeña. Para que mentir, me dan pánico.
Quizá por eso la portada no me entusiasma. Eso sin contar, que la sinopsis, en mi opinión, revela demasiado del libro.
Este es la clase de libro, que probablemente habría descartado a primera vista si lo hubiese encontrado en una librería. Puede que lo hubiese abierto. Pero al ver la narrativa en presente, en lugar del tiempo pasado que prefiero, lo habría vuelto a colocar en su estante correspondiente.
Habría juzgado una obra por su aspecto y me habría equivocado tremendamente. La novela de J.J. Tapia Méndez es entretenida, intrigante y bastante mejor que varias obras similares publicadas por otras editoriales de renombre que he leído.
Cuando comencé a leer, me sentí obligada a ello y pensé que el libro me defraudaría. El primer capítulo y parte del segundo me costaron, así que supuse que todo seguiría igual. Pero luego llegué al tercero y descubrí, con sorpresa y agrado, que estaba enganchada.
La historia es una de intriga, fantasía y confusión adolescente. Y, aunque sigo pensando que la sinopsis revela demasiado (¡Espóiler!), el misterio no por eso deja de ser interesante.
Sí, está escrito en presente. Una modalidad que en mi mente asoció con fanfics de Wattpad escritos por adolescentes y novelas experimentales que te dan dolores de cabeza.
Sin embargo, una vez te sumerges en el lenguaje del libro; simple, pero sensorial en sus descripciones, las formas verbales dejan de tener importancia.
Palomitas recién hechas, perfume a caramelo sobre manzana y otros tantos aromas dulces penetran por las rendijas del tráiler aunciando el estreno. Luego, es el bullicio de la gente lo que trae inconfundibles recuerdos de la niñez.
¿Quién no lee eso sin imaginar los olores, el ruido y sentir un sabor dulce en el paladar? Yo no visité muchos circos en mi infancia, pero si las ferias del pueblo. Y así era exactamente como se sentían.
Con descripciones como estás, Tapia Menédez consigue crear un ambiente mágico y cautivador muy similar al de los circos que describe.
Lo mejor:
Hay varias cosas loables en este libro, pero para mí, lo que más me entusiasmó y, a la vez frustró, fueron los personajes. ¿Por qué?, diréis. Porque J.J. escribe unos personajes y, en especial, una protagonista creíble y tridimensionales. Es algo que me impresionó en sobremanera.
Hay muy pocos autores que sepan como escribir bien a un adolescente. Escribir a un personaje adolescente es uno de los trabajos más complicados para un autor, porque la adolescencia es una de las etapas más complicadas en la vida de cualquier persona: El cuerpo cambia, las emociones salen a flor de piel, las hormonas nos vuelven locos, nuestra función de cara a la sociedad se diluye... La adolescencia nos convierte a todos en reinas del drama.
Por eso es que muchos autores no saben como escribir a un personaje de esa edad. He leído muchos libros, dónde los personajes eran adultos metidos en cuerpos en desarrollo, o poseían personalidades estúpidas e irritantes, que acababan siendo poco creíbles. ¿Cómo vas a leerte una historia con un protagonista al que no soportas?
Aquí, es donde Tapia Menédez me impresionó.
Ariadna, la protagonista de su libro, es claramente una adolescente, al igual que varios de los miembros del circo de los que se hace amiga: Es altiva, actúa guiada por sus emociones, finge que no le importa la opinión pública, pero aún tiene dudas sobre su aspecto físico. Y aun así, en ningún momento llega a convertirse en insoportable, en un personaje al que quieres seguir en sus aventuras. Sí, tiene momentos en los que quieres decirle que ha tomado la decisión equivocada, o que se está comportando como una tonta. Pero eso también forma parte de la adolescencia. No tenéis ni idea, de lo que a mí me gustaría haber sido tan soportable y simpática como Ariadna en esa etapa de mi vida, en lugar del desastre que resulté ser.
Ariadna no es el único personaje bien definido, pero sin duda fue la que más me impresionó.
Lo peor:
Si se puede decir algo negativo del libro, aparte de la sinopsis y portada (que en mi opinión no hacen justicia a la historia), es que el inicio se hace pesado de leer. No me malinterpretéis, el primer capítulo no es malo de por sí. De hecho, despierta tu curiosidad con respecto al libro, como un buen primer capítulo debería hacer. No, el problema que me encontré con respecto a ese capítulo, es que nadie posee un nombre aún. Eso, cuando tienes a varios personajes haciendo diversas actividades simultáneamente, puede resultar bastante confuso. Es lo que me pasó a mí. Me confundí en más de una ocasión y tuve que releer párrafos anteriores para comprender quién estaba actuando en un momento determinado.
Aparte de eso, no hay mucho que criticar. Sin duda, no es Shakespeare y yo no soy la audiencia idónea para este libro, teniendo en cuenta que hace ya unos cuantos años que dejé de ser un "joven adulto" y no tengo intención alguna de volver a esa época de mi vida.
No obstante, es un libro que, a pesar de sus 475 páginas, se hace rápido de leer. Entretenido, interesante, que no cae en los clichés más típicos de su género con demasiada frecuencia. Y cuyo final, sin revelar aquí nada, me encantó.
Conclusión:
Si os gustan los libros de fantasía contemporánea, si en vuestra infancia soñasteis con ser acróbatas, malabaristas o magos, si os gustan narraciones simples con descriptivos tan bonitos como "una sonrisa con sabor a pasado", este es un libro que vale la pena hojear.
No, no es un libro que haya cambiado mi vida. Pero estoy muy feliz de que llegara a mí.